Nazis, monstruos y nuevas tecnologías alienígenas amenazan al planeta y Yu Ominae el mejor spriggan de Arcam tendrá que solucionarlo
Comienza la carrera hacia el final del legendario manga que Katsuhiro Otomo (Akira) convirtió en un anime y Netflix ha rebooteado recientemente. La misión de Yu ha sido siempre proteger el mundo, pero poco a poco ha descubierto que la organización bondadosa que lo entrenó tiene algo raro escondido en sus sótanos. Acción, batallas, poderes sobrenaturales, ciencia ficción y mucha fantasía en un mundo que ha encantado a sus lectores tras más de 3 décadas de su inicio.
Hiroshi Takashige y Ryouji Minagawa no dejaron de sorprender con sus historias. Basándose en algunas modas y uniéndolas en una historia que recoge la esencia más pura del manga de su época, que estaba convirtiéndose en un fenómeno mundial, acción y desafíos cada vez más grandes, técnicas y sorpresas constantes. Siete años (1989 a 1996) fueron suficientes para que la serie dejara un recuerdo grato y perdurable en los aficionados, que veían en la serie un seinen más que un shonen, para un público más adulto.
En esta ocasión reunimos dos tomos ya que el ritmo de publicación de la nueva edición de Panini Cómics ha sido tan rápido que se ha podido acabar la serie en menos de un año, algo extraño y sorprendente (para bien) en el mercado español.
La historia
Veremos una serie de misiones que a Yu le tocará enfrentar por encargo, pero algunas implican algo más que el deber. Su padre pasará por la paginas para ponerle la vida difícil. EL hombre que le crio es una persona difícil y tan testaruda como el mismo spriggan, de algún lado tenía que salirle, y produce problemas y decisiones que Yu no pretendía asumir. Pero antes de eso, Hitler volverá a andar por el mundo.
Usando la organización nazi que supuestamente mantenía el movimiento desde sudamericana. Takashige plantea una historia donde Hitler es resucitado para recuperar los objetos que la Sociedad Thule reunió, y que poseen grandes poderes. Usando leyendas urbanas y mucha tecnología fantástica y mítica, el escritor deja una historia que aún con un protagonista tan polémico es ligera y muestra algunas teorías poco respaldadas sobre la personalidad del dictador alemán.
Si algo ha aparecido una y otra vez son las mitologías judías, cristianas y de oriente medio. A los autores les interesa esa mezcla de fantasía, historia y secretos no revelados que estás religiones poseen. Y en esta ocasión reescribe las memorias del mundo buscando el origen de misterios como el nacimiento de la escritura o la tecnología.
Análisis
Uno de los puntos principales del personaje de Yu es que es un adolescente, lo que hace que lo subestimen en combate, y también le deja unas preocupaciones que muchos no terminan de cuadrar con el agente de grandes habilidades que conocen. Para eso, el escritor nos cuenta lo que es un simple viaje de fin de curso de la clase de Yu, que acaba en desastre como era de esperar. Un clan ninja ataca al spriggan. Pero nos da la oportunidad de ver algo que había sido muy visitado durante la serie, su vida fuera de Arcam y las peleas.
Si en algo destaca Takashige es en unir mitos, leyendas y dejar un escenario creíble que permite que la fantasía de los superpoderes las artes marciales sean creíbles. Llegando a ser armas tan poderosas como para acabar con ejércitos enteros. Pero todo esto no sería posible sin Minagawa. EL artista deja un ejemplo de como hacer acción con batallas dinámicas y potentes, sin estirarse ni quedarse corto. Y también es capaz de simplificar visualmente conceptos que flotan entre la teoría fantástica y la ciencia, de forma que aunque sean imposibles, parezcan posibles.
Spriggan sigue siendo 26 años después de su final, una de las series que dieron forma a mucho de lo que ahora disfrutamos, el manga no sería lo mismo sin Yu Ominae y sus padres, los maestros Takashige y Minagawa.