ECC reedita el clásico de Superman ‘Por el mañana’ del tándem Brian Azzarello y Jim Lee
‘Por el mañana’, el cómic de Superman, con guión de Brian Azzarello y el dibujo de Jim Lee, tiene esas dos almas que conformaron la película de ‘El Hombre de Acero’ de Zack Snyder. Un lado más introspectivo, de la búsqueda de un sentido por parte de Superman, sobre quién es y porqué hace lo que hace, mostrando su humanidad y todas sus dudas y un lado más salvaje, de pura acción descontrolada, de destrucción masiva. Si Snyder mostró de qué era capaz el Hombre Acero, lo mismo hace Azzarrello en ‘Por el mañana’, la exitosa obra que recientemente reeditó ECC Ediciones.
Azzarello, el creador de joyas como ‘Joker’, ‘100 balas’ y ‘Hellblazer’, y nuevo ayudante de Frank Miller en la tercera parte de ‘El retorno del Caballero Oscuro’, respondió con estas palabras «¿Tú estás loco o qué?» cuando Jim Lee le preguntó si quería escribir una saga de Superman durante un año. El resultado fue ‘Por el mañana’ publicado en Estados Unidos entre 2004 y 2005.
Jim Lee contó que en el momento de elaborar el cómic el dilema que tenían era qué podían decir de nuevo sobre un personaje con casi 70 años en ese momento. «Sabíamos que la respuesta no era cambiarle el aspecto. ¿Un traje nuevo verde, morado y naranja? No gracias. También sabíamos que no podríamos cambiar los atavíos de su mundo. ¿Un nuevo empleo en la radio que le hiciera ganar millones y le permitiera mudarse a Beverly Hills? No. El único recursos que nos quedaba era mirar hacia dentro. Profundizar. Teníamos que ver más allá del símbolo, del estandarte que era el personaje (…)» Y eso es a lo que se dedicó Azzarello en su versión del Hombre de Acero.
«Mi pecado fue salvar al mundo«. Con esta inaudita confesión arranca el cómic. Se la hizo Superman a un sacerdote, que tiene un papel trascendental en la obra. Un millón de personas desaparecieron, entre éstas Lois Lane y el suceso tuvo a Superman a millones de kilómetros de la Tierra. La culpa. La necesidad de ser redimido carcome al Hombre de Acero. Jim Lee lo puso sobre viñetas mostrando a un Superman con una mirada oscurecida, más propia de Batman que de aquél que irradia casi siempre luz. A partir de ahí y con una puesta en papel muy cinematográfica, Azarello va narrando los sucesos que sucedieron tras esa desaparición y la lucha de Superman por encontrar a los desaparecidos y de saber qué hacer con el objeto que generó esa debacle.
El cómic, que da varios giros en su trama, hace hincapié en aquello más humano que hay en Superman. Camina entre nosotros, pero no es uno de los nuestros, se suele decir sobre el superhéroe llegado de Krypton, pero en este caso Superman también muestra que es capaz de odiar o de tener ira y que es capaz de dejarse llevar por sus sentimientos. De hecho, es un Superman que se llevaría increíblemente bien con Batman. «Estar en presencia del mal significa sentirse muy ofendido y también aterrado. Es una sensación de la que uno jamás se recupera del todo. Y, en términos abstractos, ver el mal significa perder. Porque al verlo, se sabe que existe. He visto el mal. Lucho contra él. Per nunca ganaré esa guerra…«, dice el kryptoniano en un momento del cómic.
También es un Superman que no es infalible y puede equivocarse. «1.082 kilómetros por hora. Es la velocidad de una bala disparada con un M60. Dicen que soy más rápido que una bala. Y es verdad. Pero a veces con ser más rápido que una bala no basta«.
Uno de los puntos fuertes del cómic es el espectacular y majestuoso dibujo de Jim Lee, quien ha ilustrado cómics como ‘Batman. Silencio’, junto a Jeph Loeb o el mítico ‘All Star Batman y Robin’ con guión de Frank Miller o ‘La Liga de la Justícia’ con Geoff Johns.