¿Eres un seguidor o un jugador? Esas son tus posibilidades en el juego de Nerve
El fenómeno de You Tube ha generado que muchos jóvenes realicen juegos arriesgados para luego subirlos a la red. NERVE, un juego sin reglas, son retos realizados por los amantes de las emociones fuertes que los aceptan siendo estos cada vez más arriesgados propuestos por seguidores anónimos para ganar valiosos premios. A medida que las travesuras de poca monta van dejando paso a actos cada vez más peligrosos, los fans observan la acción captada en vivo a través de teléfonos móviles.
Nerve, está basada en la popular novela de Jeanne Ryan: un thriller apasionante que plantea el análisis del poder seductor de las redes sociales.
La pareja de directores formada por Henry Joost y Ariel Schulman, más conocida por su trabajo en “Catfish” y la serie de “Paranormal Activity”, han creado una aventura urbana llena de acción que también ofrece perspicaces observaciones sobre la conducta online. “Nuestro primer filme, ‘Catfish’, inició un diálogo nacional sobre identidad e Internet”, comenta Joost. “Este ofrece una oportunidad similar para hablar de la forma en que todos nosotros, y los adolescentes en particular, nos comunicamos en la actualidad. Podemos hacer toda clase de cosas en Internet que tal vez no haríamos en la vida real”.
La película narra la historia de la joven Staten Island Vee Delmonico (interpretada por Emma Roberts), estudiante del último curso, cuando su amiga la reta para participar en el juego.
“Tomamos a una chica tímida, la sentamos delante de Internet y de pronto se siente inspirada a ser alguien que ayer no tenía el valor de ser”, explica Schulman. “Alguien en el ciberespacio la reta a ser algo que tal vez no quiera ser. Vee desciende por la madriguera de conejo al lado oscuro de todo eso. Los espectadores online pueden resultar tremendamente seductores. De pronto, te encuentras publicando imágenes que jamás te atreverías a enseñarle a nadie y eso te acaba pasando factura”.
Los peligros de internet
El juego funciona a través de una aplicación para móviles, que permite a los posibles jugadores apuntarse y empezar a correr riesgos al momento. Conseguir dejarlo ya es otra historia. “Los seguidores tienen acceso a tu información personal de Facebook, Instagram, Snapchat y todo lo demás que estés usando”, prosigue Joost. “Crean retos a medida según tus miedos y aspiraciones. Empieza como algo bastante sencillo y divertido, pero el juego intenta descubrir tus límites”.
El lado más siniestro de Internet parecía un tema perfecto para explorar, en opinión de la actriz Emma Roberts, que interpreta a Vee. “La gente pone hoy día toda su vida en Internet”, señala. “Esta película toma ese fenómeno y lo lleva un paso más allá”.
Roberts dice que ahora se lo piensa dos veces a la hora de utilizar Instagram, Twitter, o incluso el correo electrónico. “Nada es verdaderamente privado. Creo que esta película explota esa sensación. Cualquiera puede acabar viendo cualquier cosa que publiques, tanto si quieres como si no”.
Tal vez el aspecto más preocupante del juego, sugiere Shearmur, es que no hay un único villano; la amenaza procede de los espectadores anónimos online. “El juego pasa de ayudarte a cumplir tus deseos de una forma desenfadada y divertida a convertirse en algo peligroso y amenazador. Como una turba que grita animando a dos gladiadores que se baten en duelo, la sed de sangre de la gente se vuelve sumamente inquietante”.
La magia de Nueva York
Los neoyorkinos de toda la vida Joost y Schulman supieron desde el primer momento que su ciudad natal era el único lugar en que podían imaginar filmar NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS. “Estoy harto de ver películas que supuestamente se ambientan en Nueva York pero no se ruedan allí”, afirma Joost. “Hay una energía especial que se pierde. Tengo la sensación de que Ariel y yo llevamos toda la vida filmando en exteriores naturales de Nueva York. Por fin tuvimos ocasión de usar nuestra agenda mental de imágenes”.
Para aumentar la verosimilitud del filme, los directores pusieron retos reales a los actores y les dieron rienda suelta. “Llevamos a Emily a Times Square, le pusimos un micrófono y fue por ahí tomándole el pelo a desconocidos”, recuerda Schulman. “Da gusto poder salirse de las limitaciones de un rodaje y poder formar parte de la ciudad. Hay muchísima energía, y cuando tienes a un actor como Emily, que está dispuesta a todo, suceden cosas divertidas e impredecibles”.
Un fenómeno que podría hacerse viral
Pese a toda la emoción y excitación que puede apreciarse en la pantalla, NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS es además una fábula aleccionadora sobre el potencial de Internet para hacer daño, sobre todo a los jóvenes. Si el juego existiera de verdad, los cineastas creen que se haría popular al instante, pese a los riesgos, o tal vez a causa de ellos. “Si apareciera de verdad en la tienda de aplicaciones o algún enlace de la web oscura, mucha gente se apuntaría”, asegura Schulman. “De pronto, habría cientos de chicos transmitiendo retos descabellados en directo a través de sus teléfonos. Espero que esta película ponga en marcha una conversación importante entre padres e hijos sobre la presión social”.