Tras la gran etapa de Matt Fraction y David Aja, Jeff Lemire y Ramón Pérez aterrizan para continuar la historia del mejor tirador del Universo Marvel. ‘Ojo de Halcón. Wunderkammer’, es el principio de la nueva era para Clint y Kate, y como siempre, estará llena de acción y obstáculos.
El comienzo de la historia es el pasado, el pasado de Clint, revisado y completado, sabíamos cual era, pero había que contarlo también es una misión que S.H.I.E.L.D. propone a la pareja de arqueros, para encontrar y destruir un arma que Hydra está desarrollando, pero que no es lo que esperaban. Ambas tramas transcurren paralelas, no se mezclan, no en su transcurrir ni es sus elementos, no es una historia de viajes en el tiempo, ni de peligros pasados que reaparecen, son dos historias.
En una narración paralela gráficamente, Jeff Lemire alterna las dos historias dándole el protagonismo en cada número a una de ellas, el desarrollo de ambas es distinto, en una vemos de donde surgió Clint Barton, el Ojo de Halcón original, y en la otra vemos como una misión acaba convirtiéndose en el origen de un conflicto muy poderoso con Kate Bishop, la segunda Ojo de Halcón y su compañera de andanzas. Esta narración se diferencia no sólo en el campo temporal, la historia presente transcurre más lentamente, mientras que el “flashback” cuenta con múltiples elipsis para explicar una infancia bastante “jodida”. Volvemos a ver como Clint y Barney , su hermano,entran a formar parte del circo, como el Espadachín los instruye, Flecha Trucada que supuestamente mejoró esa capacidad con el arco del héroe no se nombra, quizá haya sido eliminado del mapa totalmente a pesar de dar un poco más de realismo a al capacidad en la arquería de Clint. Y veremos cómo Kate decide que no puedes dejar que los poderosos controlen el destino de unos niños que han sido mutados y maltratados, que están solos, como ocurría con los Ojos de Halcón.
Mientras que la historia presente trata temas controvertidos como el control del gobierno sobre la experimentación, hasta donde puede llegar la misma, la responsabilidad sobre los que hacemos o provocamos, y también el saber cuando acaba todo lo que uno puede hacer contra el poder, o para ayudar a alguien. Porque a veces aun queriendo hacerlo, no es posible.
El pasado de Clint y Barney es otra historia, es una historia de supervivientes, de aceptación, de madurez, a veces mal enfocada, y a veces llena de decepciones. Lemire es conoció por gustar de incluir muchos problemas actuales y que no deberían encajar en un cómic de superhéroes, pero lo hace, una mirada al dolor de la violencia contra los más débiles, contra aquellos que se pueden considerar inferiores porque son mujeres, o niños.
Ramón Pérez diferencia muy bien ambas líneas temporales con su dibujo, siguiendo el estilo definido y dinámico de la etapa de David Aja en el presente, y con colores pastel y lápices difuminados en el pasado. Las páginas se parten en dos y las paginas par e impar se enfrentan en el tiempo, una narración se superpone sobre otra y a veces sólo una historia es protagonista. A nivel narrativo Lemire y Pérez han trabajado mucho para que esta historia sea diferente de la de Fraction y Aja, puede que tenga el mismo espíritu de su predecesora, pero arriesga más a nivel estético y consigue que una nueva visión del pasado de Barton revierta en las decisiones presentes. Un gran trabajo el de Pérez, que es capaz de narrar con claridad ambas historias, diferenciarlas, y sobre todo, dotarlas de vida y nostalgia, y de acción y fuerza.
Wunderkammer, un gabinete de curiosidades o cuarto de maravillas, eso significa el vocablo alemán, y eso es lo que construyen Lemire y Pérez. Una sala con un juego de espejos en los que vemos el pasado y el presente, donde existen muchos elementos de diversos lugares. De acuerdo, no es exactamente un gabinete de curiosidades, sino una serie de visiones que ejercen de recuerdos o memorias para comprender como piensa Clint Barton, pero la expresión es casi circense, y Barton es un hombre de circo.
Panini continúa con la publicación de las aventuras del vengador arquero en tomos, y con la misma numeración, pero en realidad en este caso, hablamos de ‘Al New Hawkeye’, el nuevo título de Clint, que, como curiosidad, aparecía antes del final de su anterior etapa, a causa de los retrasos del equipo creativo que los precedió. ‘Ojo de Halcón. Wunderkammer’ confirma la buena relación de Lemire con los arqueros, con sus dibujantes, y sobre todo con los personajes, a los que dota de vida, de crudeza, y sobre todo de sentimientos. Matt Fraction puede estar tranquilo, sus Ojos de Halcón están aquí, y tienen intención de seguir mucho tiempo.