El evento programado por La Casa de las Ideas para octubre, llamado «All-New All-Different Marvel«, era innecesario y lo sabes.
Estoy un poquito harto de Marvel Comics. Más bien, lo justo sería decir hasta el gorro. Después de dejarme la vida y el dinero en el «Spiderman Superior» de Dan Slott he intentado calmarme; lo he intentado, de veras. Me animé equivocadamente con el renacimiento de «Los Inhumanos» tras los acontecimientos de «Avengers: Infinity«, pero la escapada de Matt Fraction a Image Comics me dejó tan mal sabor de boca que tiré por la borda todas las grapas de Rayo Negro, Medusa y compañía. Por otro lado, sería ilícito no admitir que con «Pecado Original» me lo he pasado realmente bien; dicho sea de paso, Jason Aaron es un guionista con el que me divierto muchísimo.
La constante transformación del universo marvelita.
Entre 2012 y 2014, Marvel Comics desgastó de manera lamentable los eventos «Marvel Now!» y «All-New Marvel Now!«. La Casa de las Ideas parecía más bien un asilo de ancianos donde muchas de las cabeceras no llegaban ni a los quince números de vida. El «ahora» y la «novedad» eran una mentira. Y esperad porque lo que viene va a ser todavía más bochornoso para una editorial que asfixia a sus guionistas, congela a sus dibujantes e impone unas condiciones creativo-artísticas enfocadas única y exclusivamente a alimentar el exitoso universo cinematográfico de Marvel Studios.
Es cierto que la masa social de seguidores de la gran pantalla podría ser tremendamente mayor en comparación con los consumidores de los cómics, especialmente en países como el nuestro. Pero creo que Marvel se está pasando de la raya. El próximo octubre llega uno de los momentos más «importantes y esperados» del año para los lectores de las viñetas marvelitas: el «All-New All-Different Marvel«. La Casa de las Ideas nos vende la moto con «novedades» y «diferencias«, pero que no os engañen: la mitad de las cabeceras se mantienen y lo mismo pasa con los equipos creativos.
«All-New All-Different Marvel«: no tan nuevo y no tan diferente, pero siempre Marvel.
Algunos títulos revolucionan las cabeceras; es el caso de la nueva Thor femenina, el nuevo Capitán «Sam Wilson» América o la Spiderwoman embarazada (punto y aparte los ciento cincuenta millones de spin-offs del Trepamuros programados, que ahora será Miles Morales). A mí no me importa que cambien a los personajes, es algo usual en las viñetas; no me gusta, lo reconozco, me gusta que Peter Parker sea Peter Parker y que Pantera Negra sea Pantera Negra. Punto y final. Pero lo que me toca las narices es que Marvel Comics pretenda venderte un producto exclusivo, novedoso, fresco, diferente, auténtico… Cuando lo único que pretende es vender el máximo posible, y eso lo consiguen los primeros números de arcos argumentales que se inician con mucha ilusión. Ese es su verdadero objetivo.
Sinceramente, creo que ni Marvel Comics ni nosotros necesitábamos un evento como el «All-New All-Different Marvel«. Primero, porque no va a aportar nada nuevo a este universo siempre cambiante a excepción de personajes que probablemente vayan a ser criticados por el público; y segundo, porque se van a cargar a los 4 Fantásticos y van a empezar a extinguir cabeceras de la Patrulla-X, prueba evidente del enfoque que tomó hace tiempo La Casa de las Ideas: al no tener los derechos en el cine, comienzan a diluirse en las viñetas.
Al final, como decía Rousseau: «La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces«. Tendré que armarme de paciencia para lo que nos espera.