Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 6. Vengadores mundiales
En 2014 La Casa de las Ideas ya contaba con dos series principales de Los Vengadores, Avengers y New Avengers. Ahora se sumaba una nueva colección titulada Vengadores Mundiales, en estrecha colaboración con S.H.I.E.L.D. Panini Comics nos trae los primeros catorce números en un tomo espectacular, Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 6.
Cualquier nuevo planteamiento para una formación de Los Vengadores tiene que partir necesariamente de aquel principio bajo el que se unió por primera vez la formación de los héroes más poderosos de la Tierra, afrontar amenazas que varios héroes de menor poder o uno solo no pudieran solucionar. En estas páginas vamos a ver desfilar, en una historia que abarca los catorce números que la integran, a villanos como Gorgón, Morgana Le Fay o I.M.A. con su científico supremo, Andrew Forson, a la cabeza. Tres ubicaciones diferentes (la isla I.M.A. en Barbuda, Madripur y una ciudad subterránea en Italia) y tres rivales de altura para tres equipos de Vengadores que se enfrentan a todo un reto. Coordinados por el Capitán América y la Comandante de S.H.I.E.L.D. Maria Hill… ¿qué puede salir mal?. A veces todo.
Jonathan Hickman y Nick Spencer nos traen una colección apasionante con un reparto coral, donde cobran, especial protagonismo, aquellos Vengadores que, a priori, cuentan con menor relevancia dentro de su cosmos superheróico. Es habitual ver a Ojo de Halcón o a la Viuda Negra liderando equipos pero no tanto tener en primera línea de los focos al Halcón, Pegadora, Spiderwoman o Bala de Cañón. Además entre los invitados sorpresa contamos con la presencia de un personaje que durante los años ochenta y parte de los noventa fue habitual entre la formación de los Vengadores, Dane Whitman, el Caballero Negro, junto a su mítica espada de ébano.
Uniéndose al carro de traer formaciones de otras épocas, Spencer se saca de la manga a una formación de Vengadores del futuro, traídos a nuestro tiempo. Si a Brian Michael Bendis le había funcionado al posicionar a la formación original de la Patrulla-X dentro del universo mutante porque no iba a repetir la fórmula. En un principio el objetivo de esa treta parece no funcionar igual. Hijos de Vengadores convertidos en Vengadores treinta años después… demasiado encorsetado y clasista. Más presencia tiene la presentación de la organización S.P.E.A.R. (lanza en inglés como contraposición a S.H.I.E.L.D., escudo), una división para el cumplimiento de la ley que nace en el régimen comunista chino para ayudar contra las amenazas. Cuentan con su propia formación de superhéroes, Los Ascendentes.
Toda esta suma viene a idealizar sobre el concepto de la colaboración a nivel mundial entre los países de toda la Tierra, unidos ante un momento de crisis que les amenaza de forma global. A la vista de los acontecimientos actuales estamos ante un planteamiento bastante utópico. Ver a Estados Unidos colaborar con China está bastante lejos de la realidad, sean cuales sean los motivos por los que se pudiese dar esa ayuda o intercambio de favores. Ni siquiera los países de una alianza como la Unión Europea se ponen de acuerdo para afrontar una crisis o proteger a sus aliados más débiles de las consecuencias de una pandemia mundial. Así que mucho brillo pero poca correlación con lo que se puede encontrar en el devenir de los acontecimientos del mundo real.
El dibujo de la saga completa cuenta con un elenco de autores que comparten algo en común. Stefano Caselli, Marco Checchetto y Raffaele Ienco son de origen italiano, aunque alguno a temprana edad abandonara Italia para vivir en otro país. El despliegue gráfico es espectacular en cualquiera de los casos, y aunque los estilos se diferencian claramente, tenemos una coherencia que no hace que la circunstancia de cambiar de dibujante nos saque de la historia, ante un salto de calidad o de diferencia artística. Ayuda que los tres sean dibujantes completos y se apliquen sus propias tintas así como que el color de gran parte de la saga sea dado por Andres Mossa, lo que aporta uniformidad.
Un relato interesante que arranca de forma dubitativa pero va cogiendo velocidad a medida que avanza la trama. Tres historias diferentes integradas en una sola con la vital importancia de un equipo director que en todo momento mueve las piezas disponibles para apoyar en mayor o menor medida a los grupos sobre el terreno. Un ejercicio de estrategia y colaboración sin precedentes donde lo más importante es el fin y no tanto los prejuicios que se puedan haber formado entre diferentes sociedades a lo largo del último siglo.