Grave incidente de Jake Gyllenhaal en el rodaje de Everest.
Como siempre acostumbra el actor californiano, sus esfuerzo y compromiso por adaptarse lo más posible al personaje al que tenga que encarnar le llevan a límites inhóspitos en cuanto a la preparación de un papel se refiere. Como ya adelantamos a colación de su actuación en Southpaw, donde se pone en la piel de Billy Hope, Jake Gyllenhaal pone en tela de juicio el valor real de una preparación demasiado exacerbada para lo que requiere la industria. Sin embargo, siempre consigue romper sus propios moldes, enalteciendo su valía y reclamando más peso en los galardones importantes.
Esta vez, el percance tuvo lugar durante el rodaje de Everest, donde el actor, según afirma en una entrevista con MTV News, estuvo a punto de perder una oreja a causa de la congelación. “El único día que decido no llevar nada para cubrir mi cabeza, casi me congelo la oreja. Fue la cosa más estúpida que he hecho nunca», concluyó Gyllenhaal.
Josh Brolin, quien interpreta a Beck, otro de los montañeros lanzados a escalar el pico más alto del mundo, reconoció no haber estado libres de peligros, cuando mencionaron la peligrosa anécdota de su compañero de rodaje. «Nos topamos con avalanchas, con situaciones meteorológicas masivas y con un montón de caos que es consecuencia de hacer la película en exterior, en medio de la nieve», afirmó.
Everest supondrá la adaptación sobre el grupo de montañistas norteamericanos quienes, el 10 de mayo de 1996, se vieron sorprendidos por una tormenta nevada cuando se disponían a atravesar uno de los picos, tras alcanzar la cima de la célebre montaña. La grandilocuencia drenada, el ritmo y la tensión sempiterna colmarán las expectativas del espectador que vaya buscando una aventura simple y con desdén trágico.
Dirigida por un Baltasar Kormákur reinventado y protagonizada por Jason Clarke, Jake Gyllenhaal y Josh Brolin, entre otros, la cinta llega hoy a los cines de España, tras haberse presentado en el Festival de Cine Internacional de Toronto (TIFF).