Repaso a lo vivido en el Salón del Manga de BCN
En esta última edición del Salón del Manga de Barcelona he estado trabajando con la editorial Letra Blanka, encargándome de la gestión de prensa y trato con los medios. Más en concreto de su autora invitada, Elsa Brants, creadora de Sálvame, Pythie, quien sin duda se ha convertido en una de las grandes sorpresas del evento.
Una profesional agradable y cercana, tanto con periodistas como lectores al igual que con los miembros del stand. Sencillamente alguien con quien da gusto trabajar, y que viendo el rostro de satisfacción y felicidad de muchos de los que acudieron a las firmas no fue una apreciación solo por mi parte.
Lo que sí cae más de mi lado es el hecho de haber tenido la oportunidad de ver esta celebración desde el otro lado de la barrera, o más bien de la mesa plagada de títulos y novedades de la editorial. Y es que una vez mi trabajo quedó cerrado estuve en el stand vendiendo, charlando y sencillamente ayudando al incombustible Toni Kudo y al resto del equipo a que la maquinaria siguiera rodando.
Una experiencia realmente agotadora, que conocía por otros eventos y actos como Metrópoli Gijón donde acudí con mis libros autoeditados. Agotadora pero muy, pero que muy buena, ya que me ha permitido adentrarme más en el mundo del manga del que (me temo) hace tiempo me alejé y no sabría decir el motivo.
Lo mejor, lo de siempre, los lectores. Las decenas de personas que pasaron por Letra Blanka para preguntar por las nuevas entregas de Radiant, para conocer más sobre el interesante argumento de City Hall, por supuesto para descubrir quién era Elsa Brants y su Sálvame, Pythie, y también otros tantos curiosos que terminaron llevándose varios números de Super Barna del propio Toni Kudo.
Llevo muchos años leyendo, todo lo que puedo, acudiendo a salones bien como prensa para cubrir el evento, como responsable de alguna editorial (como el caso de este año), y otros tantos como autor por mis diferentes libros publicados; y da igual el tiempo que pase, siempre me sorprende la mezcla tan variopinta de personas que se dan cita y consumen todo este maravilloso mundo lleno de cultura.
Desde jóvenes parejas a otras ya maduras, grupos de amigas que apenas han llegado a la adolescencia, amigos que llevan toda una vida juntos, padres con sus pequeñas, grupos de niños con madres que al igual que ellos también van disfrazadas…
No sé a vosotros, pero a mí me parece sencillamente maravilloso.