Por supuesto, queda fuera de toda duda, la primera etapa es mi prediclecta. Esa época en la que Steve Ditko dio alas al hechicero, creando un mundo increíble con una ilustraciones salidas de una mente genial y que todavía hoy logran hacer que uno se crea que está en otra dimensión.
Así que cuando se hizo el anuncio oficial pensé que, ojalá, Marvel Studios iba a aprovechar para alejarse de su esquema habitual y dar una historia algo distinta. El héroe lo permite y sería una pena conformarse con dar una película de superhéroes al uso.
Y, desgraciadamente, así ha sido. Lo entiendo. Marvel Studios tiene su forma de hacer las cosas, la ha probado, ha funcionado y en fin, esto es Hollywood, si algo parece que tira se explota hasta que no se pueda más y de momento la fórmula que han creado parece que tiene cuerda para rato (no para mucho, pero tiene). Así que se han conformado con volver a lo que ya es bien conocido por el público, algo que por otro lado asegura contar con el beneplácito de este y que en un futuro llegue la más que evidente secuela, además de los cruces en otros filmes de la casa.
Pero, lo siento, se podía haber hecho otra cosa. Se podía haber arriesgado. Intentar ser más atrevidos tanto en el contenido y en la forma. No ha sido así.
Y sí, tenemos en los cines una película entretenida, que cumple lo que promete, sigue la estela de las anteriores y da lo que el público quiero.
Pero, no puedo evitar preguntarme…What if?