Después de ver el primer tráiler de ‘X-Men: Fénix Oscura’, ¿cuál es el problema que tiene esta película? ¿Por qué no convence a los fans?
El primero de ellos se centraba más en el cansancio y gasto de una franquicia que parecía no dar más de sí, tras casi veinte años en marcha lo que parecía ser la gallina mutante de los huevos de oro de Fox empezaba a hacer aguas. En cambio el segundo, que se publicó no mucho después era más bien para decir que quizá había en la recámara más balas de las que parecía, algo que venía dado por las aplaudidas Deadpool y Logan, de las que también comenté cosas en su momento.
Ahora, por fin, se ha lanzado el trailer de X-Men: Fénix Oscura y creo que hay un problema. No es que haya habido rodaje extra, algo que hacen muchas películas y no siempre es noticia, tampoco lo es el retraso sufrido en su estreno, que parezca que otra vez (y van…) vaya a ir la cosa sobre el enfrentamiento metafórico y literal entre Xavier y Magnus, o que de nuevo se apueste por esta historia como ya se hizo hace más de una década en X-Men: La decisión final con la Jean Grey de Famke Janssen (ahora será la de Sophie Turner).
Y no, que nadie sepa a ciencia cierta qué va a pasar con Los Nuevos Mutantes (prevista cuando escribo para estrenarse en 2019) tampoco es un problema. Bueno, no lo es para X-Men: Fénix Oscura, para Los Nuevos Mutantes sí es un problema no saber qué va a pasar.
No, el problema es precisamente los dos títulos ya mentados y que lograron revitalizar la sangre mutante de Fox: Deadpool (y su secuela) y Logan (os recomiendo ver la versión noir). Dos películas que lograron saciar al público y la crítica, que recaudaron un montón y dejaron el listón muy alto cuando se había bajado tras la aburrida y muy irregular X-Men: Apocalipsis.
Pero ahora…
Quizá el fallo fue haber dejado a Bryan Singer intentar ser más Bryan Singer que él mismo. Nadie puede decir que tras un visionado de X-Men: Apocalipsis huele un poco a “¡Soy todavía mejor!” todo el rato. Lo que no hacía falta alguna, ya que es la persona que logró que los mutantes entraran al cine en el año 2000 con una gran aceptación y taquilla, rodó X-Men 2 que es la mejor entrega de todas y pudo conseguir que X-Men: Días del futuro pasado arreglara incoherencias, encajara las continuidades, funcionara y fuera muy disfrutable.
Según lo veo yo a través de mis rayadas gafas pueden pasar dos cosas.
La primera es que el producto no esté a la altura de lo que le hace falta a la ya larga saga (no olvidemos que es la cuarta entrega de la realidad de X-Men: Primera clase) para seguir adelante, con lo que estaríamos ante el obligado cierre y posterior ostracismo de la franquicia.
O, y es un o importante.
Puede que, y es la segunda opción, realmente vayamos a ver a un ave fénix resurgir de sus cenizas.
Todo podría ser.
Podéis leer más noticias de ‘X-Men: Fénix Oscura‘ en el siguiente enlace que estamos compartiendo con vosotros sobre estas líneas.