¿Estamos ante el agotamiento de una fórmula de estrenos en Hollywood? Quizá haya llegado el momento de cambiar
Hace poco pregunté en Twitter si solo me pasaba a mí o a otros también tenían cada vez más pereza por los nuevos estrenos de Hollywood. Y la respuesta es que no estaba solo. Es algo que he visto acusado en los últimos años, muchas veces vamos a las salas por inercia y no por alegría, muchos optan por esperar a las plataformas y otros tanto sencillamente han desconectado de todo el panorama actual.
Esto no es algo nuevo. En Den of Geek comentan como hace ya años que Steven Spielberg lo predijo, en concreto dijo a los estudiantes de la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California que “Va a haber una implosión donde tres o cuatro, o tal vez incluso media docena de películas de gran presupuesto se van a estrellar contra el suelo, y esto va a cambiar el paradigma”. No se puede decir que vaya desencaminado, además apostilló que “Estábamos presentes cuando murió el western, y habrá un momento en que las películas de superhéroes sigan el camino del western”. Tampoco puede negarse que el género de los superhéroes acusa cansancio y sobreexplotación. Y todo esto me ha hecho pensar un poco al respecto.
El western murió pero sigue ahí
Sigo al hilo del comentario de Spielberg. Siempre me han gustado los westerns y es cierto que se siguen haciendo pero ni de lejos al nivel de lo que llegó a hacerse en su momento de oro, y menos todavía con la repercusión que tenía entonces. Lo mismo sucede con los musicales, los monstruos que Universal convirtió en iconos y otros tantos géneros de todo tipo, pensadlo y lo veréis. Todos nacen, triunfan, cansan y después siguen llegando pero con una cadencia mucho menor. Y es muy probable que estemos en un nuevo punto de inflexión, las señales y las pautas están ahí y son evidentes de forma bastante clara. Quizá haya excepciones, la ganas por el estreno de Barbie se notan y de hecho ya han afectado a la venta de muñecas; todo parece apuntar que arrasará en muchos sentidos.
Son muchos los grandes títulos de grandes productoras de Hollywood que tienen recaudaciones por debajo de lo esperado en su primer fin de semana. Es cierto que muchas películas sí alcanzan beneficios pero también que otras muchas lo hacen sin llegar a las previsiones iniciales, hay que recordar que un filme no es solo el coste de la producción. Tiene otros muchos elementos que cuestan dinero más allá del rodaje, como toda la promoción, premieres, movimiento de actores, hoteles y alojamientos… Por citar algunos ejemplos recientes tenemos las nuevas entregas de Misión Imposible, Indiana Jones y Transformers. Han sido películas de éxito (¿Lo han sido? En ocasiones parece que han pasado desapercibidas) y han llenado las salas, pero que las productoras estén contentas con su recaudación es otro tema.
Claro está que este tipo de productos no son nada económicos de hacer, de hecho cada vez cuestan más y más millones. No es algo debido al encarecimiento de las cosas (o no solo) es debido a que cada secuela debe ser más espectacular que la anterior entrega, atreverse más, tener más actores… Todo eso cuesta dinero, mucho dinero y lograr que tal cantidad vuelva (y con creces) es una tarea que se muestra ardua y complicada.
La industria cambió y volverá a hacerlo
Cada cierto tiempo esto sucede y la industria, entendida en este caso como las grandes productoras de Hollywood y el cine generalista, tiende a inventarse de una u otra forma. La llegada de La guerra de las galaxias en 1977 supuso un claro antes y después, también para la industria del merchandising, y de igual forma cuando se estrenó Matrix en 1999 se vio un nuevo cambio de paradigma. Si nos referimos a las películas de superhéroes, que son la gran gallina de los huevos de oro de hoy, no es lo mismo hablar de Spider-Man o X-Men que llegaron a principios de la década del 2000 que hacerlo de Iron Man que se estrenó a finales y fue el primer paso del universo de cine de Marvel Studios.
A todo esto hay que sumar ahora la huelga de actores y guionistas que parece que va a ser larga, ya se han parado rodajes de películas y series. No solo eso, también promociones y entrevistas de los implicados. La industria acusa cansancio, o directamente hastío, el cómo, cuándo y de qué forma se solucionará es lo que nadie sabe, el cambio está por llegar pero no seremos conscientes hasta que llegue.