De la recién aterrizada Medusa editorial llega ‘God is Dead’, una historia de ciencia y mitología de la mano de Jonathan Hickman.
Los dioses antiguos han vuelto, y lo que ven no les gusta, el hombre les ha olvidado y debe recordar, por la vía dura. Poderes mitológicos desplegados para cambiar el mundo a algo mejor, ¿o no?
El primero en volver es Zeus, tras él el panteón nórdico, el azteca, el hindú y finalmente el egipcio. Y con ello todo cambia, el mundo es dividido en partes para cada poder antiguo y los humanos vuelven a ser esclavos de lo que no entienden. Excepto los que quieren entender, un grupo de científicos quieren comprender esta nueva realidad y dominarla, como hicieron con todos los anteriores misterios del mundo. Mientras, el mundo arde, la guerra entre los dioses ha empezado. Porque sólo puede existir un panteón que domine a la humanidad.
La historia es bastante simple, los dioses vuelven y la humanidad cae otra vez sobre su influencia. No hay gran explicación del cómo ha ocurrido, pasamos de la llegada al dominio. La historia cuenta dos lineas principales, la guerra entre dioses y la búsqueda de la solución sobre su existencia. Si bien la primera nos recuerda a las típicas peleas entre seres superpoderosos de los cómics de superhéroes, la segunda acaba simplificando las respuestas y en lugar de comprensión buscan un avance que lo iguale todo: crear a sus propios dioses.
Jonathan Hickman forma parte de esta serie como creador y guionista con Mike Costa, pero no es el responsable total de ella, y se nota. El argumento tiene muchos aspectos explotables y muchas posibilidades, pero en este primer arco se limitan a explicar el orgullo, la envidia y la competitividad de los dioses, y de los humanos que prefieren morir a servirlos. Hay buenas ideas que se exponen, pero ni profundiza ni retoma una vez explicadas. Casi las historias cortas finales resultan más atractivas pro ser potentes y no dar vueltas sobre demasiadas ideas sin coger ninguna. La verdad que una vez terminado suena demasiado manido, como si lo hubieras leído ya en algún otro lugar. Y es así, el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente, o un gran poder conlleva una gran responsabilidad, o si no estás conmigo estás contra mi, vamos que es tan general el tratamiento de la idea que podrías insertar casi cualquier cita bíblica o de otra religión o las ya conocidas frases de los superhéroes. No creo que Mike Costa y Hickman se hayan infraesforzado, es sólo que demasiado material que no se usa acaba siendo mas un estorbo que un interés real.
Di Amorim es el encargado del tema gráfico, y cumple dentro de sus posibilidades. Un cómic que aúna grandes batallas y poderes desatados con diálogos científico-filosóficos merecía mas potencia. Amorim cumple planteando las situaciones y contándolo, con algunos momentos confusos al ser sus rostros muy hieráticos en los que no se distinguen bien las emociones. Por lo demás se esfuerza en las escenas de acción, pero resultan estáticas, sobre todo en planos generales, recuerdan mucho a las ilustraciones en Image durante los noventa, cuando cualquiera que pudiera hacer un buen «pin up» recibía una serie en Extrem Studios.
Recordando a otro cómic de Avatar Press en algunas partes, ‘Supergod’ de Warren Ellis, y mucho a los planteamientos de los dioses arrogantes y agresivos entre ellos de Dan Jurgens en su etapa en Thor, ‘God is Dead’ resulta entretenido, pero se le adivina una potencia a la que no llega en ningún momento. Detalles como el del periodista que se declara incorruptible para acabar siendo un adorador del panteón azteca y anunciando los sacrificios de turno, valen mucho, pero resultan oasis en medio de una historia que parece que no ha encontrado su camino. Esperamos que la mano de Hickman consiga simplificar la forma de Costa de contar esta trama que da para muchos más.