Voces está dirigida por Ángel Gómez Hernández; protagonizada por Rodolfo Sancho, Belén Fabra y Lucas Blas.
Voces sigue la historia de Sara, Daniel y su hijo, que llegan a la casa en la que pretenden comenzar una nueva vida, sin saber que esa propiedad ha sido conocida desde siempre en los alrededores como “la casa de las voces”. El niño, Eric, es el primero en advertir que tras cada puerta se ocultan extraños sonidos y se intuyen voces que parece que intentan comunicarse con la familia. Se convierte rápidamente en una inquietante realidad también para sus padres.
Voces viene a renovar el terror español, que ha quedado maltratado por películas como Malasaña 32 o Un monstruo viene a verme. Este es el primer film de Ángel Gómez, que se estrena a lo grande, creando una obra que destila amor por el género de terror, una amor que se nos ofrece con la mezcla del terror oriental y el occidental, uno de los puntos fuertes de Voces junto con las claras referencias al género, que quizá le resten originalidad.
El trato de la cámara es brillante, pero el guion está a otro nivel, que logra entretener y, lo más importante, logra asustar. Y no se esconde de la actualidad, usando los dispositivos móviles como un elemento importante en la trama, dándole el toque actual tan necesario. El punto flojo del guion es que intenta abarcar muchas tramas sin centrarse en una sola, lo que resta una homogeneidad que se echa en falta.
Voces cuenta con un gran reparto, los tres protagonistas están a la altura y no se les puede poner ninguna pega, los tres forman a esta familia aterrorizada que es capaz de transmitir esos miedos. Todos los personajes están sometidos a una crueldad que ayuda a que no resulte predecible nada de lo que ocurra.
La fotografía es densa y oscura, ayudando así a la ambientación, pero, por otro lado, no se hace pesada, dándole ligereza a la trama. El sonido está recargado que facilita la tensión, haciendo una película impecable en el aspecto técnico. Tenemos una película distinta a los que nos ha ofrecido el terror español, dándole un toque de aire fresco.
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