ECC Ediciones publica el esperado tercer volumen de ‘Superman. Tierra Uno’ del reconocido guionista J. Michael Straczynski
Para Kal-El no es nada fácil ser Superman -como tampoco lo es ser Clark Kent-. El camino más sencillo para él sería actuar cuando le plazca siguiendo solo sus propios instintos, nadie tiene tanto poder como él en la Tierra y podría convertirse en un ser incontrolable en todos los sentidos. Si un gobierno no le gusta, lo destituye. Si alguien considera que debe ser castigado, lo castiga. «¿Quién vigila a los vigilantes?», se preguntaban en el antológico ‘Watchmen’ y en este caso, ¿quién vigila a Superman? Alguien que camina entre nosotros, ¿puede dirigir nuestro mundo? Estas son algunas preguntas que subyacen en el tercer volumen de ‘Superman. Tierra Uno’ del reconocido guionista J. Michael Straczynski y con dibujo de Ardian Syaf. Un cómic publicado recientemente por ECC Ediciones.
El primer volumen dejó claro que era una obra con una clara vocación de permanencia entre los cómics del Hombre Acero. Siempre hay revisiones de los grandes superhéroes, pero esta fue especialmente llamativa. Publicado en octubre de 2010 por DC en Estados Unidos, tres años antes de la película ‘El Hombre de Acero’, Straczynski presentó a un personaje con más dudas que seguridades y más oscuro que luminoso -como también sucedió en el film de Zack Snyder-. Un héroe que aprende de los errores y no se presenta como el superhéroe perfecto, sino que en su interior conviven muchos matices y un gran temor a la incomprensión: «Si me descubro ante el mundo, si les enseño de qué soy capaz… siempre estaré huyendo. Nunca encajaré. Me quedaré para siempre fuera, mirando hacia dentro. Estaré solo«.
Si al principio el superhéroe tomaba consciencia de su poder y se mostraba su origen y su combate contra el extraterrestre Tyrell, en el segundo tomo Superman se enfrentaba a un malvado que podía absorber sus poderes, mientras que en el tercero el Hombre de Acero pone a prueba la confianza de la raza humana al tiempo que se enfrenta a uno de sus más clásicos enemigos: el general Zod, rival de su familia, enemigo de su tierra.
Insistiendo en la pregunta de quién vigila a Superman, los dirigentes del mundo entero se cuestionan en esta obra sobre el hecho de que un superhéroe ande suelto con tanto poder y sin ser vigilado por nadie. Una idea que parece que estará muy presente en la película de Snyder ‘Batman v Superman: Dawn of Justice’.
En este caso, los temores de los mandatarios de Naciones Unidas se agravan cuando el Hombre de Acero instiga un cambio de gobierno en Borada, hasta entonces liderada por un indecente asesino. «Incluso usted puede ver el peligro extremo de alguien que puede ir a cualquier país cuyas acciones o políticas le han disgustado y simplemente derribarlo como un niño jugando con castillos de arena«. Lo que no dice ninguno es el terror que les provoca que ellos mismos sean destituidos. Es en este punto en el que aparece un renovado Lex Luthor -que no es calvo- con su mujer. Ambos investigan cómo acabar con Superman y quitarle su inagotable fuerza.
Incluso Lois Lane le advierte del peligro de sus acciones: «Hiciste lo que hiciste porque pensaste que era lo correcto. Pero, ¿dónde está el fin de ese pensamiento?, ¿dónde colocas la línea para decir ‘Hasta aquí y no más’ si piensas que tomar medidas es lo correcto? Solo porque puedas hacer algo no significa que debas hacerlo«.
En esta situación llega a la tierra Zod-El, uno de los mayores enemigos de Kal-El y que hizo cosas terribles contra Krypton. Su objetivo es claro: verle morir y para ello consigue que los mandatarios de la ONU confíen en que él destruirá a Superman y detendrá a aquel presumiblemente ser incontrolado. Solo les pide que la Tierra y todos sus habitantes le den la espalda al Hombre de Acero. Así, Superman pondrá a prueba su fuerza en un combate terrible y trepidante contra Zod, rodeado con un gran dramatismo y con un final muy sorprendente sobre todo por el papel de Lex Luthor y su novia.
En el cómic también se ahonda en la vida personal de Clark Kent, el posible enamoramiento de su peculiar vecina, la relación con su madre e incluso con la misma Lois Lane, que en este cómic juega un papel muy distinto.
Todos hemos visto estallar mil veces Krypton, a los padres de Kal-El despedirse de su hijo, su llegada a la Tierra, las enseñanzas de los Kent, la primera vez que Clark se viste el traje de Superman… Eso aparece otra vez en esta saga, pero reinventado, renovado y sobre todo respetado, a pesar de algunas licencias que se toma el guionista. «Straczynski ha logrado una vez más lo que mejor se le da: reimaginar un personaje icónico de un modo que parezca totalmente accesible, fresco y, por encima de todo, humano«, escribió el guionista de la trilogía de ‘Batman: El Caballero Oscuro’ y ‘Superman: El Hombre de Acero’, David S. Goyer.
De hecho, J. Michael Straczynski, uno de los grandes guionistas de Spiderman, dejó bien claro en el inicio de la saga ‘Tierra Uno’ que su obra era un gran homenaje al superhéroe: «Desde que tengo uso de razón, siempre recuerdo haber sentido un estremecimiento al ver este símbolo», en referencia a la S que luce el superhéroe. «Si habéis experimentado lo mismo, si habéis llevado ese símbolo en una camiseta, si lo habéis garabateado al dorso de un cuaderno u os lo habéis hecho tatuar en un brazo… si entendéis lo que ese símbolo significa -que todo es posible-, este libro está dedicado a vosotros«.