Había expectación cinéfila por ver la primera película de Park Chan-wook, responsable de la denominada ‘trilogía de la venganza’ (‘Sympathy for Mr. Vengeance’, Old Boy’ y ‘Sympathy for Lady Vengeance’), en Estados Unidos, y el desembarco del director surcoreano no ha podido ser más brillante. ‘Stoker’ atrapa al espectador y lo adentra en una atmósfera de turbadora belleza y con apuntes morbosos para mostrar el paso a la madurez de una joven y su extraño vínculo de sangre con su tío. La película se eleva por la puesta en escena y las soberbias interpretaciones. Una joya.
El día de su 18 cumpleaños, la vida de India (Mia Wasikowska) sufre un vuelco por la muerte de su padre, el único que parecía comprenderla, en un accidente de tráfico. A raíz de la tragedia, irrumpe por sorpresa Charlie (Matthew Goode), su tío, a quien no conocía. Tras la extrañeza inicial, India descubrirá que ambos comparten la misma naturaleza.
‘Stoker’, que se podría catalogar como un ‘thriller’ de autor, deja claro que se trata de una propuesta distinta (desde ese arranque con la congelación de la acción hasta los títulos de crédito, proyectados de abajo a arriba de la pantalla). El filme hace partícipe al público de la introspección y el tormento de India, quien siente recelo y curiosidad hacia su tío; del carácter misterioso y seductor de Charlie, así como de la falta de apego entre India y su madre (Nicole Kidman), atraída irremediablemente por su cuñado porque le recuerda a su difunto marido años atrás.
La dirección de Park Chan-wook destaca por su virtuosismo narrativo en ‘Stoker’
Plasmado en la elegancia con la que alterna imágenes de escenas que transcurren en paralelo y la originalidad a la hora de introducir los ‘flashbacks’ (relatos de hechos pasados). La fotografía y la música contribuyen a realzar la ya de por sí excelente puesta en escena.
El cineasta acierta en su equilibrio entre lo sutil (el momento en el que India y Charlie tocan juntos el piano, similar a una relación sexual, orgasmo incluido) y lo explícito. ‘Stoker’ se caracteriza a su vez por un tono poético, cargado de simbolismo, y cuando la situación lo requiere atesora diálogos de ironía y negrura. Park Chan-wook se encarga del proyecto a partir de un guión escrito por Wentworth Miller, conocido por encarnar a Michael Scofield en la serie ‘Prison Break’ (llama la atención el giro que ha experimentado su carrera). En la producción de la obra figuran los hermanos Scott, Ridley y el fallecido Tony.
Como se ha indicado, las estupendas y sugerentes interpretaciones de Wasikowska, Goode y Kidman (quien por fin parece recuperada para el cine) redondean la propuesta. Ojo al juego de miradas entre los personajes.
Lo mejor: la puesta en escena, el dominio narrativo y las actuaciones.
Lo peor: el final quizá resulte un poco precipitado.