La nueva película de Shin Chan aparece con una nueva animación y la fuerza de un tifón. Mantiene todo lo que nos gusta de la serie y le mete un par de giros para que sea aún más Shin Chan que nunca.
¿Qué es lo peor que podría pasar si a un niño hiperactivo recibe superpoderes? Pues con esa premisa puedes esperarte la típica trama de un chavalín que intenta madurar muy rápido para salvar el mundo de un gran mal, la típica peli predecible, y así es la peli, pero este joven no es un uno normal.
Shin Chan siendo el personaje que es hace que sea una película caótica, sembrando el caos y marcando culito por todos lados mientras explora sus poderes e intenta salvar al mundo. Aunque la trama es bastante simple, es imposible de no disfrutar, los personajes son tan maravillosos y divertidos como siempre y todos tienen peso sobre la historia, así que no hay ningún momento en el que den la sensación de relleno innecesario.
Además de eso, la historia tiene algo de profundidad, como cualquier película tiene su mensaje para que los padres se sienta más cómodos poniéndoles la peli a sus hijos, que ya es una decisión difícil teniendo en cuenta el tipo de humor de la saga. De vez en cuando se puede volver un poco indecente, pero no es nada peor de lo que se ha visto en otras de las películas y la verdad, incluso algo menos soez que otros momentos de la serie o las películas.
Aun así el mensaje es bastante bueno y no está presentado de una manera irritante, la verdad es bastante enternecedor, incluso si es transmitido a través del pequeño diablillo que es nuestro protagonista.
Y la animación está bastante bien, pero no es perfecta, los personajes se mueve un poco rígido y da una sensación rara. Aun así, transmite muy bien el estilo clásico de la serie, pasando de 2D a 3D, de una manera que los personajes y el mundo son totalmente reconocibles como los que crecimos.
El único problema es la duración, es bastante corta y se nota. No es que sea la típica película que es tan buena que desearías que sea más larga, sino que no les da tiempo a usar sus recursos. Parece que tenían prisa en terminarla, hay tantas escenas divertidas que podrían haber metido para enseñarnos a Shin Chan dando guerra con sus poderes. Lo más curioso es que a pesar de parecer muy corta, hay escenas que sí que pueden parecer muy largas, se enrollan mucho cuando la escena podría haber sido la mitad de larga.
Aun así, la película es muy buena, captura toda la magia de nuestra infancia y nos da una nueva historia fresca que pone a la porta contra un nuevo desafío. Aunque no aprovecha del todo lo que se puede hacer con Shin Chan, es bastante satisfactoria como historia.