Élite ha vuelto a Netflix en su tercera temporada, dirigida por Carlos Montero y Darío Madrona y protagonizada por Arón Piper, Omar Ayuso, Danna Paola, Itzan Escamilla o Ester Expósito, entre otros.
Polo vuelve a Las Encinas, todos se encuentran en tensión y solo puede terminar de una manera. Con una nueva tragedia en el Instituto: La muerte del mismo Polo. Los protagonistas de Elite tienen que lidiar con el amor, el sexo y la amistad. Pero también con los celos, los secretos y el ansia de venganza en un viaje que amenaza con destruir unas vidas.
Élite es un fenómeno mundial, no me cabe dudas, pero es una formula gastada, repetida e incluso un poquito aburrida. Aquí volvemos a los orígenes de la primera temporada, con un whodunit, todo lleno de flashback que nos llevan a pistas y lugares equivocados. Y para colmo, el final es más que predecible; un mal desarrollo de los ocho capítulos y una mala ejecución. La mejor sub-trama, vuelve a ser de nuevo, la relación entre Ander y Omar y el desarrollo de Lu también está bien llevado, el resto de tramas no hay por dónde pillarlas; muy forzadas.Durante los ocho capítulos se genera una sensación de odio hacia el mismo Polo, para que al final no nos disguste verle fallecer. Un topicazo.
Élite cuenta con un basto elenco de actores jóvenes, todos muy famosos, pero muy pocos son buenos actores; Danna Paola vuelve a ser la estrella del reparto, haciendo una Lucrecia sobresaliente, al igual que Jorge López, que encarna a un gran Valerio y el podio le cierran Omar Ayuso y Arón Piper, haciendo unos papeles notables. Y en los fracasos tenemos al siempre sobreactuado Miguel Bernardeau, a Itzan Escamilla que nos demuestra que solo actúa bien enfadado y la gran decepción es la sobrevalorada Ester Expósito, actriz inexpresiva y que parece que está leyendo el guion en cada escena.
Técnicamente es impecable, conjugando muy bien las escenas con la música. También cuenta con dosis pequeñas de un humor muy bien encuadrado, que no desentona y alivia la tensión. La última media hora del último capítulo es brillante, lleno de emotividad, una media hora que ata cabos sueltos y hace que acabemos satisfechos. Pero, el resto de la serie está lleno de incongruencias, cosas metidas con calzador y escenas y situaciones forzadas y ridículas. Aunque esto no impide que sea entretenida y no se haga pesada.
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