Para salvar a Gotham de un loco, Batman debe caminar en los sueños de otro loco, y Maxx está muy loco, ¿o no?
El personaje más extraño surgido de Image en los noventa vuelve en una nueva aventura con Batman. El mejor detective del mundo tiene que dejar a un lado su lógica y las pistas para entrar en un mundo de sueños, monstruos, y hechiceros en una Australia prehistórica, salvaje, e irreal. Sam Kieth trae de vuelta a su personaje por un baile a la luz de la luna con la ciudad más trastornada de DC comics, Gotham. El resultado es todo, menos normal.
Maxx aparece en Arkham, y su extraña vida a medio camino entre un mundo fantástico y la realidad se convierte en objeto de estudio por parte de un nuevo médico. Un terapeuta peculiar, peligroso, un villano demente como los que suele atraer la ciudad de Gotham. Y su guardián acude al rescate del violáceo héroe, y tendrá que introducirse en ese extraña Australia de Maxx, interpretarla, comprenderla, y al final, olvidar todo lo aprendido para poder sobrevivir. Y si de locuras hablamos, no podía faltar el Joker, que se autoinvita a la fiesta.
Sam Kieth ha tenido varias incursiones en el mundo de Batman, con desiguales resultados. Ha estudiado el sentido de la locura de Arkham en sus internos, y en aquellos que cuidan a los enfermos, porque el mal se filtra en ese edificio y trabajar allí es peligroso. No contento con eso, también ha repasado el uso de los mass media de forma macabra y abusiva por un Joker que fue estrella de la televisión. Kieth nunca hace nada fácil, busca algo más en todo lo que escribe. Y este Batman / The Maxx. Sueños de Arkham mantiene su tónica.
La trama del mundo real es poco más que un caso de los que tantas veces hemos visto resolver a Batman, pero cuando añades el mundo onírico de Maxx, entramos en un plano muy diferente. Porque la realidad del héroe de Kieth es una interpretación salvaje y primaria del mundo real, y también pura. El mal no se esconde, es negro y gritón, duele y muerde, lo que hace que el maniqueísmo típico de Batman sufra un giro brutal. De repente no combate el mal, tiene que expulsarlo de un organismo cuyo funcionamiento no entiende.
La amistad, los sentidos, y los sentimientos mostrados de forma cruda, una incursión externa que no hay que comprender, sino solo combatir para evitar que infecte algo puro y bueno, son la base para esta historia, que une comedia, acción al estilo Kieth, con irrealidad y un extraño tono entre lo caricaturesco, y lo macabro. Porque es un autor cuya anatomía y arquitectura deforme y peculiar atiende a algo más que solo la estética, sino a mostrar lo primario de los personajes, y las forma como algo tan narrativo como las viñetas que las contienen.
Batman / The Maxx. Sueños de Arkham es una serie que no es para todo el mundo, ya no solo por la imagen grotesca que plantea Sam Kieth, si no por el interés que puede tener, un examen no a la locura, sin o a su relación con los sueños, o quizá con una realidad donde los locos, somos los seres civilizados que vivimos sin ballenas voladoras.