Batman: La Maldición del caballero blanco segunda entrega de la trilogía de Sean Murphy llega a nuestras estanterías con los mismos ingredientes, originalidad, fuerza, y un excelente dibujo.
Batman: La Maldición del caballero blanco es la segunda parte de un trilogía en la que Sean Murphy ha puesto toda la carne en el asador, y para responder al cariño que el autor ha puesto en su obra, la analizaremos en cuatro artículos, uno por cada dos números, para poder atender adecuadamente a la calidad de Murphy y su obra.
Gotham City ha cambiado mucho, entre la recuperación de Jack Napier y el regreso del Joker el mundo ha dado un giro, los héroes, la policía, el Ayuntamiento, todo ha sufrido el tsunami que fue la cara cuerda del mayor villano de la ciudad. Batman ya no es el protector en el que todo el mundo confiaba, las clases altas lo han utilizado para enriquecerse, las clases bajas lo ven como el culpable de que hayan perdido sus hogares y sus barrios, la policía le ha robado a su familia para crear un cuerpo especial anti vigilantes. EL hombre murciélago encara una nueva vida, más complicada, porque incluso Bruce Wayne se ha visto descubierto, su intento de ayudar se ha convertido en una burla, una herramienta para que los poderosos abusen de los débiles. Pero no ha acabado la historia del Caballero Blanco, el pasado siempre vuelve, y esta vez ha dejado una maldición tras de sí, que golpea fuerte la puerta para entrar.
Libro 1
La captura del Joker y su puesta entre rejas no ha curado la ciudad, Batman o sabe, y sabe que el mejor ejemplo de la derrota del sistema es él, la duda está planteada ¿sería necesario Batman si de verdad Gotham quisiera cambiar? Pero la desaparición de Jack Napier no significa euu el Joker no tenga un plan para recuperar la ciudad que ayudó a crear. UN misterio se abre en el pasado, los primeros grandes nombres de la historia de la ciudad se abren paso, Arkham, Wayne, Valley, y pueden ayudar a salvar Gotham, o a destruirla.
Sean Murphy gusta de planteamientos rápidos, pone la carne en el asador con calma, pero sin pausa, quiere que el lector tenga toda la información, y por eso sus primeros números son importantes, establecen la base del argumento, de forma canónica, presentación, nudo, desenlace, hace maravillas manejando la información para que sigamos enganchados al material. En este caso nos deja varias cuestiones, el pasado de Gotham, las dudas de Batman, el plan del Joker, y en ese último golpe de efecto, quien es Azrael.
Libro 2
El pasado toma la iniciativa para mostrarnos el pasado de la familia Wayne, y de cómo recuperaron Gotham, acompañado de un monje mitad templario, mitad Assassin, la aventura de Edmond comienza, como si de una novela de capa y espada se tratara, y con un final más cercano a una de las historias góticas de Edgar Allan Poe.
Mientras, en el presente, “las élites” que Jack Napier descubrió ante el mundo y atacó sin descanso comienzan a mover ficha presionando a Wayne para que tanto él mismo como su alter ego enmascarado reparen el daño hecho. Gordon se postula a alcalde, pero el Joker tiene una idea muy divertida de hacer la campaña más amena. Por si la historia no estuviera ya plagada de tramas, Azrael da el primer paso, su alianza con los poderosos de Gotham le proporciona medios, pero el fin, es recuperar su reino, para los Valley, y para Dios.
La reimaginación de Batman que Sean Murphy está llevando a cabo en su trilogía es como mínimo meticulosa, utiliza unos pocos elementos de la mitología del murciélago, los principales: su origen, su familia y su deber. No hablamos de los inicios del hombre murciélago al nombrar el origen, sino a todo lo que se unió para producir una ciudad, un ambiente, y una familia que finalmente dieran a luz un vigilante como Batman, el pasado crea el caldo de cultivo para que se ha necesario Batman. AL igual que ocurre con las raíces, con el tronco también Murphy se ha esforzado en analizar lo que ha creado Batman, esa familia, muy disfuncional, pero que ha sido siempre su legado para Gotham, que no para los Wayne, en el que se incluyen no solo sus ayudantes, sino gente como Gordon, que quiere cambiar el mundo y necesita su ayuda para hacerlo. Pero antes de todo, está la misión, ganar la guerra, ser Batman, es hacer un mundo mejor, que no tenga la necesidad de él mismo, y que no cree nuevos monstruos como el murciélago, o el Joker.
Murphy utiliza estos conceptos para atraer nuevas historias, poco a poco repasa el pasado y va uniéndolo en un futuro donde todo ha cambiado, simplemente porque el Joker se curó. Ya no está clara la linea entre quien es el villano y quien la víctima, porque al final, los intereses egoístas de cada uno empañan la visión.
Si de algo hay que disfrutar en esta obra es del cuidado, no solo en la historia, sino en su puesta en escena. Sean Murphy es un excelente ilustrador, con un estilo propio que se reconoce fácilmente, por el contraste de negros y el uso de las rayas y las líneas, de una composición de página elegante que tiende a la velocidad a través del uso de grandes viñetas para mostrar acciones continuas o simultaneas, de forma que el lector tiene que estar atento para ver la jugada. Con personajes cuyos caracteres se ven en los marcados gestos y rostros así como en sus físicos, a veces deformados para mostrarse como son, Batman es oscuro y enorme, intimidante, Wayne tiene esas características, pero no se esconde o encoge para resultar escalofriante. Lo único que podría pedirle desde mi humilde persona, es que mejore sus espadas, que resultan un poco artificiales, como si fueran demasiado rectas y perfectas, a veces cortas, en un mundo de gigantes como Batman o Azrael, pero si esa es su intención, la consigue.
Está claro que cuando una historia la realiza un solo autor el cuidado por la narrativa, los detalles y sobre todo el encaje perfecto de lo que quiere contar con lo que quiere montar es más claro ya que busca sus debilidades y fuerzas para plantear el cómic. Sean Murphy sabe qué tipo de historia sabe contar en palabras y como plasmarla en el dibujo, es un trabajo notable que se ve ayudado por tiempos más largos para acabar al obra y con una libertad creativa total para hacer la iteración de Batman que más le plazca, y eso, el lector va a agradecerlo sobremanera-
Estamos ante una historia de secretos que se revelan poco a poco, giros sorprendentes y sobre todo, de cuestiones más allá de la guerra contra el crimen, el poder, el status, la posición social es muy relevante, así como la opinión pública y el valor de una redención que no pudo durar, y que dejó marca en una ciudad donde la risa de un payaso causa terror, y el aleteo de un depredador nocturno seguridad
Batman: La maldición del caballero blanco es la serie más importante de Batman de los últimos años, sin ser parte del canon, mostrando un mundo que es Batman al 100%, pero que bebe de otras necesidades, la de la realidad, sí, pero también la de comprender como nace un mito y como cae, dependiendo de la gente que lo admira, teme, o usa.