Sam Raimi iba a dirigir una película de The Last of Us. Sin embargo, el proyecto fue cancelada. Esta es la historia que habían preparado.
The Last of Us iba a tener una película dirigida por Sam Raimi. Tras años de silencio sobre el tema, se ha desvelado qué ocurrió exactamente con la adaptación cinematográfica del videojuego. Una cinta que nunca llegó a ponerse en marcha. En declaraciones a The New Yorker, el creador del juego, Neil Druckmann, reveló que la película que iba a hacer el cineasta de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura fracasó debido a su desconfianza en los ejecutivos de los estudios implicados y a los mandatos de hacer la historia más grande y “más sexy” de lo necesario.
En 2014 se reveló que los derechos cinematográficos de The Last of Us había sido adquirido por la filial de Sony, Screen Gems. Este era el estudio responsable de, en palabras de Druckmann, “un tipo muy particular de películas”. Screen Gems se había hecho un nombre produciendo películas como la franquicia Resident Evil. Una visión mucho más estilizada de un mundo de videojuegos que, al menos en sus inicios, estaba impregnado de survival horror en contraposición a la acción cinematográfica. Por lo tanto, no era algo que Sam Raimi quisiera hacer con esta adaptación.
La confianza en la historia del videojuego
Neil Druckmann, que también es showrunner de la adaptación de The Last of Us en HBO, señaló que pensaba que una película de The Last of Us de Sam Raimi tenía el potencial de “iluminar a todo ese otro público” que nunca cogería un mando para jugar a un videojuego. Así que, como evangelizador del medio en el que trabaja principalmente, pensó que una adaptación podría abrir la historia a un grupo completamente nuevo de personas. “Una adaptación realmente buena podría iluminar a todo ese otro público al que le importa contar historias y que no se ha dado cuenta de que en los juegos se cuentan historias increíbles”.
Sin embargo, eso se vino abajo rápidamente con la película de The Last of Us de Sam Raimi. Neil Druckmann había imaginado algo con un tono similar a No es país para viejos, mientras que el estudio quería una película más palomitera y de acción, parecida a Guerra Mundial Z. Después de que el proyecto quedara en el limbo durante un tiempo, Screen Gems lo abandonó. Druckmann cree que fue lo mejor. Fue entonces cuando Druckmann se enteró de que Craig Mazin, de Chernobyl, estaba interesado en el proyecto. Y, al igual que él, pensaba que la historia funcionaría mejor como serie que como largometraje.
