Analizamos el primer episodio de la tercera temporada de ‘Gotham’, la precuela televisiva del universo de Batman
Llegó la tercera temporada de Gotham y, con ella, muchos de los temas pendientes que se asentaron al final del segundo curso de esta precuela del universo de Batman en la pequeña pantalla. Todo lo acontecido en la conclusión de esa segunda entrega se retoma aquí desde el mismo principio, apuntando el foco -evidentemente- a los dos grandes protagonistas de la serie: James Gordon y Bruce Wayne. En ellos dos vamos a basar este primer análisis del primer episodio del tercer arco argumental de Gotham. Por supuesto, comentaremos aspectos derivados del mismo así que, si no lo has visto y no quieres saber nada, estás a tiempo de evitar posibles SPOILERS.
James Gordon: De policía a cazarrecompensas
Recopilemos lo sucedido en la pasada sesión. Los presos de Arkham Asylum que fueron reubicados en el proyecto de Indian Hill acabaron siendo experimentos humanos propagados por la perversa mente de Hugo Strange, con la ayuda de su inestimable Peabody. ¿Resultado? Fallido, como siempre. La alteración del ADN de estos enfermos mentales acabó teniendo unas consecueciencias inevitablemente desastrosas y la aparición de una especie de metahumanos. Alentados por Fish Mooney (quien recibió el poder de alterar la voluntad de la persona a la que tocaba), estos “monstruos” escaparon de Indian Hill y poblaron Gotham. Algunos, con la capacidad de envejecer al prójimo; otros, con la apariencia de un Manbat poco estilizado. El caso es que Mooney aprovechó la coyuntura para reagrupar filas e intentar volver a ocupar el trono mafioso que Oswald Cobblepott (El Pingüino) ocupa en Gotham.
Precisamente es el Pingüino el que, en este inicio de tercera temporada, pone precio a la cabeza a Fish Mooney: un millón de dólares. Mientras, se nos van reubicando personajes como Barbara Kean (una especie de versión de Harley Quinn muy edulcorada) y su compañera Tabby (dueñas de un club), Selina Kyle/Catwoman (con Fish Mooney) y Poison Ivy (cuyo origen podría haber tenido lugar al final de este episodio), y Edward Nygma (encerrado, actualmente, en Arkham Asylum). El caso es que Gordon, fuera ya del GCPD (Gotham City Police Department) al servicio del capitán Barnes, sigue manteniendo el contacto con su excompañero Harvey Bullock y ha dedicado los seis meses (que vemos en forma de elipsis) a ser un cazarrecompensas atrapando a los metahumanos de Indian Hill sueltos. Junto a uno de los nuevos personajes de esta nueva entrega, la periodista Valerie Vale (¿os suena, verdad?), y la información que Bullock le va desgranando, Gordon cierra el círculo en torno a Fish Mooney para atraparla. Pero las cosas, con los metahumanos, nunca acaba saliendo bien.
Bruce Wayne: No juegues con aves si no vistes de murciélago
El joven Bruce Wayne regresa a Gotham tras unas breves vacaciones en Suiza junto a Alfred, ya que al término de la pasada temporada descubrió -también en Indian Hill- que una organización conocida como el Tribunal de los Búhos se ha infiltrado en el seno de Wayne Enterprises y amenaza con dinamitar los pilares de la empresa familiar del futuro Batman. Bruce avisa, durante una reunión, de la información que posee a la mayor parte de ejecutivos importantes de Wayne Enterprises… Poniendo así, en evidencia, su posición intocable.
Sin embargo, Bruce todavía no es el Cruzado de la Capa. Ni por asomo. El Tribunal de los Búhos toma esta descarada advertencia como una afrenta personal, una especie de declaración de guerra con la que llegamos al cliffhanger del episodio uno de la tercera temporada. La idea está clara: Bruce Wayne está en peligro con Alfred en jaque.