Penúltima entrega de Ángeles Caídos la serie de los antiheroes mutantes. Asesinos, guerreros y soldados, no encajan en un paraíso de felicidad
En Ángeles Caídos, Apoth se ha mostrado, el nuevo dios que unirá humanidad, mutantes y tecnología se deja ver para enseñar su buena nueva, y es terrorífica. Un mundo creado a partir de los cadáveres y las cenizas de los existente, unido por una tecnología pura que no entenderá de razas, la pesadilla de cualquier mutante, o humano.
La serie terminará con una entrega más, y dejara paso a nuevas colecciones, pero deja un buen sabor de boca. No es una gran obra, pero sí que deja la marca de Bryan Hill como un original autor al que deberíamos seguir. Tanto por su uso de los personajes, como por plantear algo muy diferente a los superhéroes y más cercano a una ci fi existencialista.
En el terreno artístico Szymon Kudranski se ha llevado muchos palos por su estilo. Que si repite escenas, reutiliza dibujos en viñetas, que si su estilo es estático, etc, etc. No, no es un dibujante clásico de cómic, es un artista digital que prueba mucho y juega, desde la viñeta, a la iluminación y las formas, y falla más que acierta, pero John Byrne hace 3 tipos de caras y no veo a nadie diciendo que sea un desastre.
En resumen, Ángeles Caídos es una buena idea que ha tenido un planteamiento interesante y ha dejado cosas buenas, pero en su mayoría, no ha desarrollado nada destacable. Es un cómic que no pasara a la historia, pero seguro que alguna de sus ideas va a volver a verse en las páginas de mutantes.